El Cruz Azul volvió a llegar a la final del futbol, está próximo la final del americano, yo vivo una nueva etapa en mi vida, tengo más familia, mas responsabilidades, menos dinero y he subido varios kilos de peso...
Pero lo más importante de todo no es todo lo pasado, sino por el contrario, es el regalo de la vida que Dios me da. Nada como disfrutar de todo lo que el Señor Dios prepara para sus hijos: Alegrías, sinsabores, dolores de cabeza, triunfos, retos, desafíos y abrazos más tiernos y consoladores a cada día.
Estoy feliz por lo vivido y por lo que vendrá, aún no se que sea, pero seguramente será grandioso... Como lo que ya he vivido y me hace muy feliz... Mucho que contar.
Mientras, comparto con ustedes una fotografía del Oceano Pacífico que yo mismo tomé por allá del rumbo de Los Cabos, Baja California. Una muestra clara y contundente de la majestuosidad y grandeza de Dios al regalarnos tan preciosos detalles, sin duda, me dejó atónito y al borde de las lágrimas. Ni el lujo, ni la tecnología ni la grandiosidad de los edificios y ni nada podrá lograr lo ke Dios ya ha hecho...
Se que no es una gran foto, pues es tomada con mi celular, pero espero que puedan notar lo que yo ví ese gran día a bordo de una lanchita camaronera... Majestuosidad
Que la disfruten y por aquí nos estaremos viendo!
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