Un cambio Radical

Ya hace varias semanas que mi vida no es la misma. Y no es por que haya subido de peso, o esté a unos pasos de ser un año mas viejo ni nada por el estilo. Mas bien es un suceso que tranforma tu vida y la llena de sensibilidad, de amor, de expectativa, de admiración y de un profundo respeto.

¿Cual es este suceso?

La futura llegada de mi hija. Y es que el solo hecho de mencionarlo ya me cala por dentro. Pues en mi cabeza dura (y vaya que si la tengo dura, sino preguntele a mis hermanas) no cabia la posibilidad de ser padre, o mejor dicho, no pensé que ese momento estaría tan cerca en mi vida.

Y es un hecho que ha cambiado totalmente mi forma de vida. He cambiado mi forma de pensar, mi forma de actuar, mi forma de conducir el carro, mi forma de escuchar música, mi forma de pensar en el futuro, han cambiado mis peticiones a Dios y ha cambiado hasta mi forma de sentirme.

Aunque cuando me veo al espejo sigo viendo a un chavo apasionado por el Rock, que le encanta el basquetbol, el fucho y las luchas, que sigue disfrutando ver el chavo del 8 y ver a mamá, es inevitable pensar que ahora ya no soy el que recurré a mamá cuando pasa algo, sino que ahora seré yo a quien recurran cuando necesiten algo y ahora ya soy un adulto con una enorme responsabilidad y con un gran trabajo por delante.

Me emociona la llegada de mi hija a este mundo, claro, tengo mis preocupaciones, mis dudas y mis temores, pero en general estoy ansioso por ver a mi hija a los ojos y escucharla llorar a grito tendido por las noches.

Ahora entiendo mas a mi madre. Y si todo eso ha pasado aun cuando mi hija no nace, no kiero imaginar como cambiará mi vida después!

Ya les contaré...